jueves, 10 de julio de 2014

Reflexiones #mundialistas



Y nos metimos en la final. Creo que todos los argentinos estábamos haciendo algo mágico y con intención de cábala para alentar energéticamente, desde nuestra silla, o desde la tribuna a este equipo que nos puso en la final de este mundial. Que felicidad! 
No soy una mujer que siga mucho el football pero cada cuatro años me convierto en una especie de loca fanática y sintonizo hasta como limpian la cancha antes de cada partido... Y sí, también tengo un montón de comentarios y preguntas que son de mujer paracaidista estilo suicidio lingüístico pero con orgullo las hago y me río esperando una respuesta porque ese es un poco mi juego.
En fin, ayer cuando revisaba las redes sociales antes de ir a dormir y veía la alegría unificada de todos (o casi) en una foto, una mención de alegría, las ganas y los deseos puestos en este posible triunfo el domingo...me emocioné mucho! No se puede negar que el argentino es sin duda esa fuerza en cada grito, esa emoción de cada lágrima, esa apertura en cada abrazo, esa intensidad en cada cántico, esa intención en cada levantar la bandera. Y no hay nada más lindo, créanme, que darse cuenta que tenemos un potencial inigualable si tiramos todos para el mismo lado. Yo mientras veía esas gradas y tribunas en Brasil con mi gente ahí pensaba: 'ese debe ser de River, ese de boca...aquel por ahí apoya al gobierno de turno y el de lado no'... Y que loco que podamos ser un fuerte emocionalmente impenetrable para el afuera pero acá dentro, en nuestros suelos, nos olvidemos de que somos lo mismo. Porque somos lo mismo acá y allá y en cualquier lado del mundo. Y por alguna razón hemos perdido ese empuje como sociedad en sí misma para ir al alcance de un mismo objetivo que sería un bienestar! Suena muy idealista? Jaja Yo elijo pensar que nuestras mentes, nuestras consciencias y nuestros corazones van a volver a alinearse para conjugar los valores que necesitamos recuperar como seres humanos aún en las diferencias y desencuentros, porque eso no va a desaparecer. En lugar de situamos en lo que nos desune les propongo que empecemos a trabajar en lo que me une y me encuentra con un otro. Jung (psicólogo transpersonal que amo) tenía un concepto muy lindo: el decía que todos somos como una especie de islas; al mirarnos unas a otras vemos la inmensidad marítima que nos separa, pero no tenemos que olvidar que la tierra firme que nos hace únicas es la misma que corre por debajo de ese profundo mar. Y estamos todos conectados señores. Así que empecemos a revalorizarnos los unos a los otros. Desde la posición que cada uno tenga! No necesitamos mucho para intentar volver a compartir y entender que somos la imagen espejada de todas esas acciones y opiniones que muchas veces rechazamos. Para pensarlo... Volvamos a ser eso que tan bien cumplimos en pos de alentar ...en lo cotidiano, en el día a día, cuando subimos al colectivo, cuando entramos en  el súper o no se, cuando se te ocurra. Así como nos podemos descentrar de nuestras individualidades por un equipo, seguro lo podemos hacer por el mejorar nuestra calidad de vida y relación con la misma y los demás!

Besos! 

Pd. #VamosCarajo 

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